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Chiyogami: el washi impreso a mano con diseños coloridos y estampados.

La popularidad de este trabajo, que data del período Heian (794-1185), es tal que el washi, papel japonés, decorativo continúa siendo producido y apreciado hasta la actualidad en Japón y otros lugares del mundo. Continúe leyendo:

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Chiyogami | 千代紙

Estampa de Chiyogami

Chiyogami es el washi, papel japonés, que ha sido impreso a mano con diseños coloridos y estampados.

Data del período Heian (794-1185 EC), cuando la aristocracia japonesa comenzó a utilizar papel ornamentado para enviar poemas a amigos y amantes, la tradición japonesa del chiyogami se mantuvo y se fue perfeccionando con el paso de los años. En el período Edo (1603-1868 EC), fue desarrollado por artistas que utilizaron la técnica de impresión de grabado y la popularidad de este washi decorativo se ha mantenidose sigue produciendo y apreciando en Japón y otros lugares.

Washi

El chiyogami se crea aplicando una decoración al washi; originalmente esto se realizaba con el método de impresión de grabado japonés. El washi, fuerte y duradero, elaborado con largas fibras de corteza de kōzo (morera de papel), mitsumata (arbusto de papel) y ganpi (un grupo de arbustos nativos de Japón del género Wikstroemia), es especialmente adecuado para este método de impresión.

La empresa de papel Haibara (fundada en 1806) fue la primera en Edo, la actual ciudad de Tokio, que se especializó en el washi con textura lisa de alta calidad a base de ganpi, que era muy apreciado por los artistas de Edo, entre ellos los calígrafos, los pintores de ukiyo-e y los impresores que utilizaban la impresión de grabado.

“Ganpi” | Planta nativa de Japón, cuyas fibras se utilizan para fabricar el ‘washi’, fuerte y duradero

Patrones

Muchos de los exuberantes patrones de chiyogami se crean con al menos cuatro o cinco aplicaciones distintas de color, mediante la impresión de grabado, por lo que se prefiere un washi fuerte y duradero.

Los patrones finamente detallados solían inspirarse en ricos diseños textiles, que representaban aspectos de la naturaleza similares a los que se ven en los kimonos.

Las flores se utilizan habitualmente en los grabados, no sólo por su belleza estética, sino también porque suelen transmitir significados estacionales y simbólicos. Por ejemplo, la flor de otoño kiku, el crisantemo, simboliza la longevidad; la flor de primavera sakura, la flor del cerezo, es muy apreciada en Japón y simboliza la belleza pasajera y la renovación.

Dibujo de crisantemo amarillo en ‘chiyogami’ de Haibara

Shōchikubai

El patrón Shōchikubai es una combinación de shō (pino), chiku (bambú) y bai (ciruela). Este trío auspicioso está estrechamente asociado con las celebraciones del Año Nuevo en Japón y sus tres elementos aparecen a menudo juntos en los dibujos japonés. El pino es perenne, incluso en el frío del invierno, y es un símbolo de longevidad; el bambú también tiene hojas perennes, y sus tallos fuertes y rectos representan la vitalidad y la prosperidad; el ciruelo es el primer árbol que florece a finales del invierno y simboliza la resiliencia.

‘Chiyogami’ con patrón ‘shōchikubai’ de la empresa de papel Haibara

Patrones geométricos

Los patrones geométricos son muy apreciados por su sencilla estética gráfica. Muchos de los patrones geométricos comúnmente utilizados y reconocibles pertenecen a un conjunto de diseños históricos japoneses, wagara, del período Heian (794-1185 EC); por ejemplo, el shippō, término que hace referencia a la técnica mecanizada de esmalte cloisonné que consiste en generar un patrón de círculos que se cruzan y forman una cadena infinita, símbolo de un deseo de paz sin fin.

‘Chiyogami’ de Haibara en un nuevo y lúdico patrón geométrico de “kumiki”, un homenaje a la técnica de carpintería japonesa que utiliza bloques de madera entrelazados.

El patrón distintivo de Haibara es un llamativo diseño geométrico que recuerda al Edo-kiriko, la artesanía del vidrio tallado desarrollada en Edo en 1834. Las formas de diamante (hishi), organizadas geométricamente en un patrón a cuadros, representan las hojas del abrojo de agua (también hishi), que crece en los pantanos y da frutos a pesar de las condiciones adversas, lo que significa la virtud de la perseverancia. Este grabado en particular gozó de popularidad entre los clientes de Haibara desde el período Meiji (1868-1912 CE).

Hasta la actualidad, el chiyogami sigue imprimiéndose con una gama familiar de diseños y temas que han sido apreciados durante siglos en Japón por sus cualidades estéticas y simbólicas.

‘Chiyogami’ de Haibara impreso con un patrón inspirado en el ‘Edo-kiriko’ - vidrio cortado

Usos del chiyogami

El chiyogami se ha utilizado desde el período Edo para decorar latas y cajas, así como en artículos de papelería, como tarjetas postales, cuadernos, juegos de naipes y sobres. La durabilidad y resistencia del chiyogami lo hacen especialmente adecuado para muchos usos decorativos y artesanales, como las artes textiles, la encuadernación y el origami.

Haibara fue la primera empresa que dio a conocer el washi y los productos de washi, como el chiyogami, fuera de Japón, presentándolos en las Ferias Mundiales de Viena, París, Sídney y Barcelona a finales del siglo XIX. Su legado internacional perdura hasta nuestros días, ya que su washi y los productos de washi que producen siguen estando representados en las colecciones de instituciones como el Victoria and Albert Museum de Londres, la Kelvingrove Art Gallery and Museum de Glasgow y el Musée des Arts Décoratifs de París, entre otras.

Caja de ‘chiyogami’ con diseño de crisantemos amarillos, de Haibara

Portabolígrafos ‘chiyogami’, pequeñas cajas y cuadernos

Un soporte para bolígrafos y una pequeña caja en ‘chiyogami’ de sakura rosa de Haibara

Papel de ‘origami’ de Haibara

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